Moon Studios sigue perfilando lo que será, si todo va según lo previsto, su próximo y más ambicioso trabajo tras los dos títulos de la saga Ori. El estudio independiente no se encuentra en uno de los mejores momentos a nivel financiero, e incluso han llegado a pasar por dificultades para poder terminar su No Rest for the Wicked, el juego que combina elementos de Diablo en la exploración, narrativa y exploración, con un combate táctico con elementos que recuerdan a los Dark Souls. A mediados de 2025 aún se encuentra en un proceso de refinamiento con su juego en fase de acceso anticipado y actualizaciones constantes, y tras la última actualización, The Breach, el contenido ha mejorado ostensiblemente, incluyendo algunas nuevas actualizaciones durante las últimas semanas.
La última actualización de No Rest for the Wicked ha introducido una serie de mejoras sustanciales que redefinen la experiencia de juego. El sistema de dificultad Realm Tier permite ajustar el desafío de cada zona, lo que amplía las posibilidades de exploración y progresión. A esto se suma la incorporación de rutas de viaje rápido y rúnicas utilitarias, que optimizan la movilidad y la estrategia en combate. También se ha refinado el sistema de extracción de gemas, permitiendo reutilizar materiales sin penalizaciones, lo que incentiva la experimentación con el equipamiento. La protección en bordes de precipicio y la reducción del daño por caída son ajustes que mejoran la fluidez del desplazamiento sin comprometer el diseño vertical del mundo.
El combate en No Rest for the Wicked se apoya en un sistema de animaciones que exige precisión y lectura del entorno. Cada arma tiene su propio peso, ritmo y conjunto de movimientos, lo que obliga a adaptar el estilo de juego a cada enfrentamiento. Las armas y armaduras se dividen en cuatro niveles de rareza, con encantamientos únicos que pueden combinarse para crear configuraciones personalizadas. El sistema de clases blandas permite modificar el enfoque del personaje sin restricciones, lo que favorece la experimentación y la adaptación constante. Además, se han introducido ajustes en la IA enemiga y en la respuesta de los controles, lo que mejora la sensación de impacto y control durante los combates.
Uno de los pilares de No Rest for the Wicked es su mundo dinámico, donde cada visita a una región puede ofrecer nuevos desafíos, enemigos y recompensas. Este sistema, denominado ALIVE, garantiza que la exploración nunca sea repetitiva. La ciudad de Sacrament actúa como núcleo central de operaciones, donde podemos invertir recursos, adquirir propiedades y personalizar nuestro hogar. La reconstrucción de esta ciudad no solo es estética, sino que desbloquea nuevas funciones y servicios. La interacción con NPCs y la evolución de sus historias también se ven afectadas por nuestras decisiones, lo que añade una capa narrativa significativa.
El contenido de final de juego se articula en torno al Crucible, una arena donde enfrentamos enemigos de alta dificultad para obtener recompensas exclusivas. Esta modalidad está diseñada para poner a prueba las configuraciones más avanzadas y fomentar la cooperación en el futuro modo multijugador. Además, se han anunciado futuras expansiones que incluirán nuevas zonas, jefes y mecánicas. La historia, ambientada 84 años después del evento conocido como el Abrazo, gira en torno a la muerte del rey Harrow y la aparición de una plaga ancestral. Encarnamos a Asim, un enviado que se ve atrapado en una lucha política y espiritual mientras investiga el origen de la pestilencia. La narrativa se despliega de forma no lineal, con múltiples capas de interpretación y decisiones que afectan el desarrollo del mundo.